Friday, April 11, 2008
Viva el otoño
Por fin un día de otoño. Este verano que seguía pegado me complicaba muchísimo, empezando por qué ponerse en la mañana. Este época es ideal para agarrarse el consabido resfrío de los cambios bruscos de temperatura. Aparentemente hoy empezó el otoño. En todo caso no albergo demasiadas esperanzas de que siga así porque este clima a desmostrado ser de lo más veleidoso. Algo es algo, sacaré las botas, algún chaleco y tal vez un sombrero porque el cielo se ve amenazante.Debo admitir que de todas las estaciones la que más me gusta es el verano, pero ya a estas alturas del año echo de menos la ropa más abrigada. El reino de las chalas y los bikinis debe llegar a su fin. Eso no signifca que deje de apreciar una escapada hacia el calor en pleno invierno. Nada mejor que una o dos semanas al sol del Caribe o cualquier lugar donde el astro rey se digne en calentar la tierra a por lo menos 30º C.Para mi la complicación del clima radica en la ropa. Cada cierta cantidad de meses deseo sacar del closet prendas nuevas. Por eso cuando una estación se queda pegada echo de menos las otras cosas que están atrincheradas en el closet. Sucede algo parecido cuando viajo. Trato de visualizar todas las probabilidades de clima para escoger la ropa apropiada y hago y deshago la maleta varias veces. Infaltablemente siempre llevo cosas a pasear porque no hubo días de lluvia o no se dio la ocasión.El clima también define en muchas personas los estados de ánimo. No cabe duda que el invierno invita más a la tristeza y el recogimiento, pero creo que es necesario para que en primavera y verano todo renazca. Me encantan los días de lluvia, la sensación de limpieza y el aroma de la tierra mojada transforman la jornada. Sobre todo en el esta ciudad que anhela más que nada la lluvia en los días contaminados. Si viviera en una ciudad como Valdivia o Concepción donde llueve muchísimo tal vez no opinaría lo mismo de las precipitaciones, pero hasta la fecha me siguen gustando. Para que decir la nieve, esas pelusas blancas que dejan un manto blanco sobre la tierra hablan de pureza y belleza. Al salir el sol, el paisaje adquiere luminosidad y todo se ve perfecto.El lado B del otoño y el invierno es la temperatura. No sé si es la edad, pero cada año tolero menos el frío. Este año decidí incluso comprarme un plumón 100% de plumas de ganso para hacerle frente. Creo que la presión debe jugarme malas pasadas porque al frío ambiente se suma mi frío interno y el resultado es bastante desagradable. Me temo que terminaré como mi madre envuelta en toneladas de chales. ¡Terrible!En todo caso, por el momento el día promete así que terminaré aquí.¡Saludos a todos los blogueros!
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